¿Por qué debería pensar en ser evaluado para un diagnóstico formal de TEA?
Muchas de las cosas que son útiles para la gente con un diagnóstico formal, como la información de este documento, también puede serlo para personas que se han autodiagnosticado.
Por otro lado, ser evaluado no implica siempre recibir un diagnóstico.
De qué forma el diagnóstico podría beneficiarte
Podrías tener derecho a ciertas prestaciones específicas en clase, trabajo, sistema sanitario y otros ámbitos.
Podrías comprenderte mejor a ti mismo.
Los profesionales sanitarios que te atienden, incluidos los de salud mental, podrían darte mejor servicio.
La confirmación de tus experiencias por parte de un profesional podría aportarte tranquilidad.
Podrías tener mejores ideas de cómo hacer mejor uso de tus fortalezas y manejar tus dificultades.
Podría ayudar a tu familia, amigos y otras personas que conozcas a comprenderte y apoyarte mejor.
Podrías beneficiarte de prestaciones y servicios para personas con un diagnóstico de TEA.
Podrías beneficiarte de programas especiales para personas con discapacidad, como becas o incentivos.
Riesgos comunes asociados a la evaluación o a recibir un diagnóstico de TEA
El proceso de evaluación puede ser estresante o hacer que te sientas mal contigo mismo.
Podrías tener experiencias negativas con un evaluador que no te trate bien.
Podrías no acabar recibiendo un diagnóstico, aun cumpliendo con los criterios. Diferentes evaluadores pueden interpretar los criterios de forma distinta.
Algunas personas podrían no creerte o no prestarte apoyo, aun teniendo un diagnóstico oficial.
Algunas personas podrían dar por hecho que tus problemas se deben al autismo, en vez de a otras razones.
El hecho de tener un diagnóstico podría no ser suficiente para acceder a determinados servicios o prestaciones.